Es innegable el hecho de que la teoría económica de Marx, ha permeado gran parte de la vida en sus distintos ámbitos (educativo, sociológico, filosófico, administrativo, etc.). enfocándonos en el aspecto concreto de la educación, el impacto que ha tenido su explicación acerca de la lucha de clases y el desarrollo de la producción, ha sido parete en mi opinión, de un discurso que aunque sigue vivo, es un discurso que ha venido gastándose de a poco a medida que se plantean nuevos modelos educativos tales como el del constructivismo o incluso el de la educación integradora.
Si bien es cierto que no podemos negar el hecho de que las diferencias educativas y de clase se van haciendo mayores a medida que nos adentramos en la educación, también es cierto que actualmente, con el avance de la tecnología y el desarrollo de la comunicación, han surgido nuevas áreas de oportunidad en las que si bien no podemos ignorar esas diferencias, si podemos construir algo nuevo a partir de ellas y aprender de las diferentes maneras de expresarse de las otras personas.
La ideología marxista ha influenciado a muchísimas generaciones de profesionistas y de políticos que han convertido a la educación en un sistema que a últimas fechas se ha vuelto aburrido, cansado y que ha conducido a mucha gente a la deserción de las instituciones educativas; así mismo, el proceso de globalización, lejos de promover la integración de los pueblos, ha dejado de lado la participación de muchos de ellos dentro del proceso, es por ello que es tiempo de construir una nueva forma de educación a través de la diferencia y de construir una nueva clase de ciudadanía donde aprendamos a convivir dentro de la comunidad de manera activa. igualmente, es necesario que este nuevo modelo educativo no se enfoque solamente en la transmisión de conocimientos, sino que además, se enfoque en la vida en común como un objetivo a alcanzar, que se enfoque en la búsqueda de seres humanos y no solamente de máquinas de producción.
