Si pensamos en el
hecho de que el objetivo principal de la educación es la integración del
individuo a la sociedad,, y en ese sentido, la educación requiere de diversos
elementos para llevarse a cabo; por ejemplo, la educación requiere de un
ambiente propicio para lograr que los “nuevos miembros de la sociedad”(los
niños) puedan crecer de una manera sana y con las condiciones necesarias que
más tarde lo llevarán a convertirse en un hombre o en una mujer que sean útiles
y cooperen en el desarrollo de la sociedad.
Al hablar de
educación, sería preciso que tomemos en cuenta que no sólo se trata de la
transmisión de conocimientos y el desarrollo de habilidades para que el niño y
el joven puedan ser parte de un proceso de producción, en el que se busca cubrir las necesidades básicas de una
sociedad, habría que pensar también en la formación,
pero no solamente como aquella que nos hará vivir en armonía con los demás,
sino en aquella que a mi parecer, nos proporcionará las herramientas con las
que más tarde construiremos nuestro propio criterio, con el cual, estaremos en
posibilidad de distinguir lo que nos es útil y lo que nos satisface como
personas de lo que pudiera influenciarnos a ser “simples esclavos de la
voluntad de otros”.
Desde el punto de
vista de muchos educadores, la educación y la formación son dos cosas que están
estrechamente ligados. Para facilitar la comprensión de estos dos conceptos,
tomaré en cuenta la concepción de Gadamer, quien decía al respecto de la educación lo siguiente:
“Gadamer evita deliberadamente
enfrentar “los problemas entre la juventud, sus preceptores, maestros y
padres”. Es decir, los problemas cotidianos
que ocupan y han de enfrentar todo tipo
de educadores.
Ello encuentra su justificación en lo
que implica la tesis misma: que uno se educa a si mismo significa que el
llamado educador participa sólo con una modesta contribución”[1].
Ahora bien, si tomamos en cuenta este
concepto, de que la educación es una labor en la que el educador sólo tiene una
pequeña participación dentro de la educación de los individuos y que ésta es un
proceso en el que uno se educa a si mismo, entonces estaríamos diciendo en el
caso de la formación, que nadie puede formar a otra persona, puesto que cada
persona de acuerdo a su entorno y a la interacción que tiene con los demás,
forma su propia percepción del mundo, única y que definitivamente si necesita
de la ayuda del educador para poder llegar a obtener las herramientas que lo
harán integrarse a la sociedad, pero que no lo harán “a imagen y semejanza del otro”.
Gadamer además, nos explica que la formación esta estrechamente
vinculado a las ideas de enseñanza, aprendizaje y competencia personal;
significa también la cultura que posee una persona como resultado de su
formación en los contenidos de la tradición de su entorno. Se refiere tanto al
proceso por el que se adquiere la cultura como al patrimonio personal del
hombre culto (también llamada” educación
liberal”), es decir, al conjunto de sus experiencias de aprendizaje[2]. Con
esta explicación del concepto de formación, nos es posible llegar a la
conclusión de que la formación del sujeto (hombres y mujeres) es un asunto
personal y que, mediante el proceso de educación, con la ayuda de padres y
maestros, el niño o el joven son capaces de desarrollar sus habilidades y sus
ideas y conceptos sobre lo que le rodea, además de permitirle convivir con los
otros de manera sana y respetuosa, así como alcanzar su identidad y finalmente
llegar a obtener su libertad. Otro de
los puntos importantes acerca del pensamiento de Gadamer, es que dice que no es
posible llegar a formar, la formación es un trabajo reflexivo, en el
cual el individuo debe apropiarse de lo que el educador le ofrece, y en tal
caso, debe reflexionar sobre ello.
Por otro lado, y entrando en el terreno de la pedagogía, G.
Ferry nos habla de que “el trabajo de educador, consiste en tener una gran
paciencia. Sus resultados, por mucho que se puedan constatar, se aprecian a
largo plazo y se valoran de acuerdo con criterios discutibles que a la vez son
testimonio de efectos con frecuencia paradójicos…[3]”
Con lo anterior, lo que Ferry nos indica, es que no es fácil
para el educador intervenir en el pensamiento y los conocimientos de otra
persona, ya que se requiere de mucha paciencia para poder no cambiar lo que ya
se tiene, sino “moldear” ese conocimiento y darle la oportunidad a la persona
de que reflexione acerca de él y pueda enriquecer lo que ya sabe e integrarlo a
su vida. Por otro lado, menciona que el trabajo del educador en muchas
ocasiones, quizá no se aprecia como debería, pues los resultados de su labor no
se reflejan de inmediato, sino que tal vez después de varios años o con la
acumulación de experiencias por parte del individuo, es cuando puede comenzar a
dar muestras de algún entendimiento anterior, pero esto se lograría como dice
Gadamer después de haber pasado por un trabajo reflexivo.
No es de extrañar que en la mayoría de las veces, la labor
de la pedagogía sea cuestionada al igual que muchas otras ciencias, y es que
desde mi punto de vista al no ser una disciplina que genere resultados
inmediatos en los alumnos, me parece que muchas veces es descalificada al igual
que otras ciencias sociales, pero sin embargo, la pedagogía junto con otras
ciencias sociales es de las ciencias que mayor valor tienen en cuanto a su
labor reflexiva más que teórica.
Continuando con nuestro tema, Ferry hace referencia en el texto a Gaston Mialeret
al citar lo siguiente:
“se trata claramente en ello de una
pedagogía experimentadle carácter científico que produce por la vía de la
experimentación cuidadosamente estudiada, y por encuestas conducidas
objetivamente relacionadas con los problemas
de la pedagogía y de la enseñanza, susceptibles
de ser medidas y controladas con exactitud cuando se recurre a los
métodos de las ciencias y, en particular, a la estadística”[4].
Con respecto a lo anterior, si bien es cierto que no todos
los individuos somos iguales, es posible reconocer ciertas similitudes en
nosotros, que pueden posibilitar la intervención de la estadística como método
de la investigación científica y, de esa manera, puede permitir la medición y
el control en ciertos procesos de la educación.
En otro orden de ideas y continuando con el asunto de la
formación, Ferry coincide con Gadamer al afirmar que ésta es un trabajo sobre
sí mismo, así mismo, insinúa que la formación tiene que ver con la conquista
del ser humano sobre sí mismo, es decir, que sea capaz de apropiarse de sus
objetivos, sus acciones y su conducta, y de esa manera, podrá contribuir en el
desarrollo de la sociedad, y no sólo eso, sino que además podrá reconocer el
valor de los demás y el de sí mismos.
El concepto de formación tal y como lo describieron Gadamer
y Ferry, a la larga y luego de lograr el control sobre nuestra forma de actuar,
pensar, etc., nos llevan a pensar en el concepto de la autoformación, la cual
es descrita por teresa Yurén y sus colegas como un proceso que puede darse
dentro de diversas asociaciones (socioeducativas, políticas, religiosas, etc. )
puesto que como nos vuelve a mencionar Gadamer La educación acontece como un
proceso recíproco natural que “cada cual acepta siempre cordialmente procurando
entenderse con los demás”. Quien escucha al otro escucha a alguien
que tiene su propio horizonte.13 Sólo al escuchar al otro se
abre el verdadero camino para vivir la solidaridad[5]. Esta
última idea, me deja pensar que la formación no es un asunto que se pueda dar
de forma individual (o por lo menos no como se verá más adelante) , más bien se
trata de un proceso continuo, en el que todos (la sociedad en su conjunto)
intervenimos al compartir elementos tales como la cultura, las artes, etc. Como
ya se ha argumentado, la formación requiere una ardua labor reflexiva, y por lo
tanto responsable; la autora en este punto, nos dice que al obtener esta
actitud reflexiva, “el sujeto no halla su
fin y su misión en el sistema tranquilo y ordenado… su justificación está… en
el mundo presente que es una cáscara que encierra algo distinto; es un
individuo; es un individuo insatisfecho, inquieto, capaz de renunciar a la
cultura y a las instituciones dadas, así como a las verdades ya acabadas, para
iniciar su formación en una nueva etapa”[6]. Esto
nos indica una vez más que esría indispensable para la formación de todo ser
humano, que durante todo el proceso de la educación y principalmente en la
sociedad en la que nos desenvolvemos, contar con los elementos que nos puedan
ayudar a formarnos un criterio que nos haga reflexionar y tomar sólo aquello
que nos beneficia realmente, y que nos de la posibilidad de distinguirnos de
los demás.
Pr últiomo y para cerrar este ensayo, me gustaría citar un
fragmento del artículo Psicología de las
masas (S. Freud, 1912) y el cual nos habla de que a pesar de que somos
seres individuales, siempre estaremos hablando de una sociedad:
“La oposición
entre psicología individual y psicología social o colectiva, que a primera
vista puede
parecernos muy profunda, pierde gran parte de su significación en cuanto la
sometemos a un
más detenido examen. La psicología individual se concreta,
ciertamente,
al hombre aislado e investiga los caminos por los que el mismo intenta
alcanzar la
satisfacción de sus instintos, pero sólo muy pocas veces y bajo determinadas
condiciones
excepcionales, le es dado prescindir de las relaciones del individuo con sus
semejantes. En
la vida anímica individual, aparece integrado siempre, efectivamente, «el
otro», como
modelo, objeto, auxiliar o adversario, y de este modo, la psicología
individual es
al mismo tiempo y desde un principio, psicología social, en un sentido
amplio, pero
plenamente justificado”[7].
[1] Gadamer, Hans G. Conversar para aprender. Gadamer y la educación. p 12 http://portal.iteso.mx/portal/page/portal/Sinectica/Historico/Numeros_anteriores05/023/23%20Luis%20Armando%20Aguilar-Mapas.pdf
[2] Ibíd. p 12
[3] Ferry, G. Discurso
teórico práctico de la pedagogía. P. 17.
[4] Mialeret, Gaston en
Ferry, G. Discurso teórico práctico de la pedagogía. P. 27
[5] Gadamer, Hans G. Conversar para aprender. Gadamer y la educación. p 13 http://portal.iteso.mx/portal/page/portal/Sinectica/Historico/Numeros_anteriores05/023/23%20Luis%20Armando%20Aguilar-Mapas.pdf
[6] Castañeda, Adelina.
Navia, Cecilia. Yurén, Teresa. Formación,
distancias y subjetividades: nuevos retos de la formación en la globalización. pp.
159- 161
[7] Freud,Sismund. Psicología de las masas. P. 1. 1912.